Uno de los nacimientos más esperados y comentados en todo el mundo fue el del hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry, quienes rompieron varias tradiciones de la Familia Real, desde que tuvieron a su primogénito, hasta que decidieron contraer matrimonio.
Lee también: Khloé Kardashian aún está enamorada, espera mensajes de su ex Tristan
Recientemente se conoció que luego de que la madre de Markle se marchara, los esposos estaban en búsqueda de un grupo selecto de niñeras para que se encargaran a tiempo completo de su pequeño Archie, y como era de esperarse, exigían bastantes requisitos para las personas que llegarían a ser parte de la familia real.
Mira también: ¡Dejen a la mujer! Gaga no tiene nada que ver con la ruptura de Bradley e Irina
Uno de los principales requisitos era que no deben de estar interesadas en la fama y que tengan tiempo disponible para estar junto a ellos.
Luego de encontrar a las tres niñeras que acompañarían a los integrantes de la realeza las 24 horas del día y los 7 días de la semana, corrió la noticia de que una de ellas no aguantó más de 15 días y decidió renunciar.
Por el momento, se desconoce la identidad de la mujer que se marchó de la lujosa mansión y también el porqué de su abrupta renuncia.
Los rumores apuntan a que la niñera se cansó de las exigencias y el trato que Meghan les da a los trabajadores. ¡OMG!
Reaparece Meghan Markle en su primer evento real
Este 8 de junio se llevó a cabo el tradicional evento Trooping the Colour a las afueras del palacio de Buckingham, el desfile anual para celebrar oficialmente el cumpleaños de la reina Isabel II, quien llegó a los 93 años.
Una de las grandes expectativas era la asistencia de Meghan Markle, pues reapareció públicamente luego de presentar a su hijo Archie Harrison junto a su esposo el príncipe Harry el pasado 8 de mayo, dos días después de haber dado a luz.
Los duques de Sussex desfilaron en el Trooping the Colour montados en una de las carrozas en donde también viajaban Kate Middleton y la duquesa Camila de Cornualles, para después subir a uno de los balcones del palacio de Buckingham, en donde toda la familia real esperaba la llegada de la reina Isabel II.